martes, 20 de marzo de 2012

Más que un club.

Cansado de ver en bares y estadios a aficionad@s con banderas y camisetas de equipos dirigidos por pseudopresidentes de clubes independentistas e hipócritas, uno se para un instante y reflexiona a cerca de ello.
¿Cómo tengo que llamar a aquel que aplaude al jugador que defiende una camiseta de un club dirigido por gente que lo usa para fines políticos, en éste caso para hacer fuerte la causa independentista?
¿Cómo tengo que calificar el hecho de que compren su merchandising haciéndolos con ello más fuertes económicamente hablando?
Una sóla palabra me viene a la mente: traidor.

Muchos de éstos aficionados, catalanes y no catalanes, que se declaran españoles (orgullosos de serlo) se defienden de tales acusaciones diciendo que “sólo ven el fútbol, que no les interesa la política y no es lugar para mezclarse, que son seguidores de ese equipo por lo bien que juega”. Tal vez no vean como yo en estadios como el Nou Camp banderas independentistas, nunca banderas nacionales ni en competiciones europeas ni nacionales.
Eso deberían decírselo, por ej, a su Presidente J. Laporta cuando se fue de gira por EE.UU. y manifestaba que es un club que “no es de España sino de Cataluña”.
Eso deberían decírselo, por ej, a su entrenador (J. Guardiola) cuando en sucesivas entrevistas y ruedas de prensa habla de Cataluña como país.
Eso deberían decírselo, por ej, a su Presidente S. Rosell cuando da la bienvenida al entrenador del Madrid “a su país”.
De paso deberían informarse para dejar de ser manipulados por gente de éste tipo que miente cambiando la historia para justificar unos fines interesados; que revisen los “reyes” catalanes, la Corona Catalano-Aragonesa que dicen que existió, su bandera, la opresión del estado español desde la antigüedad, y la geografía a la hora de colocar los Pirineos dentro de “su país”, por ej.

Ser español en lo deportivo es más que aplaudir y defender a la selección nacional, y no sirve de nada si después se hace lo mismo con éste tipo de organizaciones llamadas clubs, se va contra la lógica. No sirven argumentos como el buen fútbol que hacen, la filosofía que imparten o lo guapos que son. Cuando dejen de jugar bien ó de ganar títulos, ¿dejarán de apoyarlos?.
No puedo sentirme español y votar en unas elecciones a ERC, un partido independentista, por mucho que hablen bien sus diputados, lo bien vestidos que vayan o lo guapos que sean. Hay que ver más allá, señoras y señores, que aunque a uno no le interesen éstos temas se ve inmersos en ellos.
Desgraciadamente en éste, todavía, país llamado España se mezcla por parte de más de uno cosas que no deberían hacerse, aunque afortunadamente no pasa en todos los clubs. En el Real Madrid, por ej, hay un fondo Sur con algunas banderas xenófobas ó preconstitucionales (en más de una ocasión se mandaron retirar), un pequeño grupo que no representa al resto del Santiago Bernabeu; un estadio donde se mezclan banderas blancas y nacionales, donde los jugadores celebran los títulos nacionales e internacionales con la bandera del club, con la bandera nacional ó con la de su comunidad autónoma, NUNCA banderas ni proclamas independentistas, no como ocurre en otros clubes.

El colmo de la sinrazón políticodeportiva es ver a esos jugadores que llevan la camiseta de un club independentista ponerse luego “la roja” para defender a España en competiciones internacionales. Curioso como se fomenta ese adjetivo frente al término “nacional”, ¿será porque ofende a más de uno?.
“La roja” es La Pasionaria, la Pilar Bardem ó la Pajín, por poner algunos ejemplos, lo otro es la elástica nacional española, le joda o no a más de uno, por ahora.
Para ello también me viene otra palabra a la mente: mercenarios.
Es también aquel jugador un traidor, un buscavidas si ni siquiera es catalán pero ficha por un club de tal calibre y defiende con sus goles y ayudando a sus triunfos su ideología, o incluso siendo de otro país.

¿Por qué no se coge el toro por los cuernos de una vez? ¿Por qué tenemos que aguantar, por ej, que en una final de la Copa del Rey entre F.C. Barcelona y el Athletic de Bilbao hace unos pocos años se silbe antes del comienzo del partido contra el himno y se insulte al Rey? ¿Se puede ser más hipócrita al jugar una competición que no reconocen en esas circunstancias?. Claro, no es lo mismo jugar la liga y copa española que la catalana, no da los mismos ingresos.

Si hubiera en ésta país un politicucho con un par de cojones (hablando mal ya) no hubieran cortado ese día la transmisión para escurrir el bulto, hubieran llamado al orden a los Presidentes de ambos Clubs y hubiera rodado alguna cabeza más que otra en vez de mirar para otro lado, hipócritas todos. Pero claro, eso sería extremista, radical y fascista. Así nos va.

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