martes, 15 de julio de 2008

La artesanía, el lince ibérico y la clase media.

El por qué del título de este artículo se entiende al observar la característica común a los tres elementos: la desaparación de todos ellos. Permanecemos impasibles ante el fin de los mismos, en algún caso por inactitud y en otros por ineptitud; vulgares ejemplos los dos primeros que sirven de anexo al siguiente, en el cual me quiero extender algo más.

La clase media española, la formada por el trabajador de a pie, el "currito" que madruga todos los días para ganar un sueldo digno, está en peligro de extinción al igual que la artesanía y el pequeño felino ibérico. Incluiré al trabajador autónomo en dicha clase media, aunque con reticencias, al considerar que son empresas unipersonales.
Hoy por hoy un país crece al crecer su población, tanto demográficamente como monetariamente, como una persona de carne y hueso; para crecer hace falta alimentarse, y la Administración se nutre a través de los impuestos que soportamos todos, diversos pero no equitativos, para desarrollarse.

Las tres clases:

- El régimen fiscal español contempla que la clase baja, por no llegar a mínimos, no soporta casi presión, a parte de estar ayudada por políticas sociales (ya sea el gobierno de uno u otro color...).
- La clase alta, al sobrepasar un límite de máximos, no se ve obligada al igual que la anterior.
El principio de la proporcionalidad (quien más tiene, más paga) se aplica hasta unos márgenes, sobrepasados los mismos ya no existe, ya no tiene la obligación de pagar.
- ¿A quién se coge entonces de lleno, sin posibilidad de "escapar ni por arriba ni por abajo"? Pues a la clase media, como no; la baja no puede porque no llega y la alta porque se pasa.

Lo que se consigue con estas políticas es que cada vez la clase media, al ir soportando más carga fiscal, vaya desapareciendo y aparezca más clase baja y alta. Esta estructura de clases es típica de países del tercer mundo y en vías de desarrollo, donde el rico si es rico, lo es a costa del pobre.
Si hay 15 eur a repartir entre 3, entonces 5 eur para cada uno es lo correcto, pero si tengo yo 13 eur y el resto 1, yo viviré mejor, ¿no?.

La clase alta necesita a la baja para que les trabaje las fábricas por salarios mileuristas, para tener asistentas en casa que limpien sus casas y chalets, para no protestar a penas sin huelgas ni luchas sociales porque están demasiados ocupados en no ser devueltos a su país al ser inmigrantes; no necesita una clase media formada, exigente y despierta que busca un bienestar ganado a pulso día a día, no la quiere porque no quiere que tenga más de 1 eur que le corresponde.

Lo triste es que desde hace años, esté el gobierno que esté, se tiende a ello, despistando y desviando la atención hacia problemas que no interesan y usando la táctica del burro y la zanahoria como opio del pueblo para tapar los verdaderos problemas.
Es mejor hacer leyes baratas que no cuestan dinero y no tocan la estructura de clases, como la ley de matrimonios de homosexuales, o incluso que aún agrandan más la distancia entre las mismas como el carné por puntos.
Será que en la clase alta también están los gobernantes y sus amigos...