jueves, 19 de junio de 2008

Infarto circulatorio inminente.

Conocida es la situación actual de la ciudad de Zaragoza en relación al tráfico y transporte público: suspenso total, cero patatero. Cada día hay más coches en circulación, menos sitios para aparcar, menos carriles para circular y peores frecuencias de buses urbanos.
Ante tal situación, no se le ocurre a los políticos de turno otra cosa que complicar aún más el panorama: carril para bicicletas, para buses-taxis e inminente implantación del tranvía...ole tus huevos.

No hay que ser matemático ni un lumbreras para hacer la siguiente reflexión: cada año se matriculan más coches que los que se dan de baja, la ciudad crece y con ella el número de coches por unidad familiar, lo cual exige infraestructuras que deben absorver el impacto. Si en vez de crear carriles para hacer un tráfico fluido, quitas de los que hay: uno para las bicicletas, otro para el bus-taxi y otro para el tranvía; pues señores míos, ó ponemos alas a los automóviles y vuelan ó difícil remiendo tiene ello.
Lo resumo en la siguiente operación matemática: + coches - carriles = colapso metropolitano.
En el cuerpo humano, cuando se estrechan las venas por las que circula la sangre al final se produce un infarto; ahora sustituyan "vena" por carril y "sangre" por coche.

Estamos consiguiendo atascos de grandes ciudades en una urbe con mucha menor población y
parque automovilístico como es la ciudad de Zaragoza.
No voy contra el desarrollo sostenible (palabra tan usado últimamente para hablar de ecología), pero no es de recibo atacar y acorralar a este sector que tanta carga fiscal soporta.
¿Más carriles bici? ¿Para quién? ¿Para cuatro domingueros que entre semana van con su todoterreno a comprar el pan y salen con la familia media hora a manchar la cubierta? ¿Cuando pagarán una I.T.V., Permiso de Circulación, Impuesto de Matriculación, Seguro de Circulación?
¿Cuándo respetarán los semáforos como el resto de los que circulan por la calzada? De eso no oigo reivindicaciones al Colectivo Pedalea...

Hace unos meses se estudió en la ciudad de Zaragoza la posible implantación de el tranvía o del metro. Cómo no, ha salido el tranvía, con dos cojones. O yo no soy capaz de verlo ó seguimos la marcha del cangrejo, hacia atrás...
Se argumentaba que el metro en Zaragoza no era viable porque hay ruinas en el subsuelo, la mayoría de la época romana, y porque tenemos el río que atraviesa la ciudad. O sea, Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia aparecieron hace poco y no fueron ocupadas por los romanos ni tienen ruinas, ni tampoco ríos ni mares.
En el Paseo de Independencia se iba a construir un parking para aliviar la zona centro de la ciudad. Atención a la jugada: levantan todo el paseo, descubren ruinas, no las extraen, lo tapan de nuevo y aquí paz y después gloria...impresionante.
Que casualidad que hay varios parking a pocos metros (el de la Plaza España y el de la Plaza Salamero), pero debe ser que ahí no había ruinas...sería el patio de algún colegio romano ó un campo de fútbol en que que jugaban los centuriones...
¿Quienes y cuánto han ganado con esta obra especulativa? ¿No se sabía antes de meter las máquinas que iban a encontrarse con algo en pleno centro de la ciudad? ¿Quién tiene la suficiente vergüenza para asimilar el error y empezar a dimitir y hacer rodar cabezas? Nadie...esto es España, bienvenidos al país del porrón y la pandereta.

Si esto no fuera poco, los países productores de petróleo nos echan una manita...al cuello! Cada día es más caro llenar el depósito, la falta de aparcamientos hace que demos más vueltas para buscar aparcamiento y los atascos hacen que se esté en modo "stand by", con lo que se vacía el mismo de forma rápida y se contamina aún más. Soy el primero al que le gustaría acabar de una vez por todas con el uso del petróleo, tanto por lo dañino para el medio ambiente como por ver como terminan de bañarse en oro los cuatro oligarcas árabes en sus majestuosos palacios a costa del resto del mundo.

Señores, que no estamos en el pueblo de vacaciones, que una ciudad requiere infraestructuras para ser más eficaz y dinámica, ayudando al servicio público y favoreciendo al particular que tanto aporta con sus impuestos.
Basta ya de especulaciones baratas y parches inservibles, un poco de seriedad y dignidad.