viernes, 7 de octubre de 2011

Nuestro pequeño micromundo.

Me había acercado una mañana a ver a una amiga dueña de una pastelería de barrio como hago de vez en cuando para hablar del tiempo, del espacio, de cómo nos está doblegando cada día más esto de la "crisis" (tema desgraciadamente vox populi entre el ciudadano) y demás cosas banales. No entraba mucha gente en esos momentos, la austeridad llega a todos los sectores y se nota día a día en el bolsillo de las personas y en los negocios del pequeño empresario y autónomo.

En éstas estábamos arreglando el mundo cuando entró un chico joven de unos 25 años junto con otro señor más mayor que pasaba de los 65. El joven tenía dificultad para caminar y entraba agarrado del brazo de el que, más tarde supuse, era su padre.
La cara del chico reflejaba una sonrisa especial, un tanto nervioso pero decidido y valiente, lo cual contrastaba con la seriedad, la mirada algo perdida y la resignación de su acompañante, en cuya cara se veía el paso del tiempo marcado en arrugas y cuya frente despejada dejaba entrever algo de pelo blanco en los lados de la cabeza. Ambos ataviados con ropa normal, arreglados, denotando educación y saber estar, me miraron sin hablar diciéndome sin palabras que era mi turno y tenían que despacharme por llegar antes que ellos.

Me aparté un poco indicando con mi mano que no estaba comprando nada y que les atenderían a ellos sin más dilación. La voz del chico balbuceó los buenos días y preguntó a cerca del precio de los bocaditos de nata mientras los señalaba con mano temblorosa: a cuánto salía el kg. y si podían servirle algo menos de la bandeja que indicaba. No había problema para ello, se podían poner tantos como quisiera le contestó mi amiga.

Le preguntó si habría algún problema en comprarlos y no meterlos a la nevera, puesto que iban a dar buena cuenta de ellos en breve, cuestión que debió repetir una vez más puesto que a la primera no se le entendió muy bien debido evidentemente a la discapacidad física y psíquica que tenía. Una vez aclarado por parte de mi amiga que no tendría problema en llevárselos así y que no debía preocuparse por mantenerlos en frío, el chico esbozó una sonrisa y le hizo un gesto a su padre acercándole la cintura para que cogiera la cartera y sacara el dinero.

Una vez envueltos, el padre dijo que volvía en un instante, que tenía que guardar los bocaditos y que en breve venía a por él. El chico permanecía quieto, de pie, orgulloso del gesto, con la sonrisa que llevaba desde que había entrado y mirando el resto de pasteles y bollos que decoraban la tienda hasta que volvió su padre y, agarrándolo de nuevo del brazo, con mucho cuidado, como se coge un bebé por primera vez, le acompañó hasta el coche aparcado en doble fila. A su despedida le siguió la nuestra y mi mirada, la cual les seguía con la vista hasta el coche. Mi cara hacía ya un rato que había cambiado, mi sonrisa había tornado en seriedad y admiración, mi estómago estaba vacío, algo dentro de mí hacía aflorar tristeza y compasión.

Vi que tenían algún problema a la hora de bajar la acera y salí para ofrecerles mi ayuda, la cual desestimó amablemente el padre, experiencia contenida de verse en esas y en otras peores.
Tardó un rato en acomodarlo en el asiento de delante, poniéndole el cinturón, cerrando la puerta e instantes después desaparecieron entre el tráfico. En todo éste tiempo pasaron desapercibidos desde que salieron de la tienda, nadie reparaba en ello: las prisas de la gente, sus quehaceres, sus problemas...no nos hacen ver lo que tenemos al compararnos y lo que podemos perder en cuestión de segundos.

Volví a la tienda ensimismado en mí, pensando, recapacitando, en silencio, con sentimiento de rabia e impotencia mezclados con una sensación de alivio egoísta...no prestaba atención a lo que me hablaba mi amiga, la cual se acercó, me cogió del brazo y me preguntó qué me pasaba, por qué tenía los ojos así, vidriosos. Chapó, colega, (pensé dentro de mí) tienes lo que muchos no tienen y de lo que otros muchos alardean.

Pensaba en la vida de aquel chico y en su padre, en cuál sería el motivo por el que ese chico compró los bocaditos de su bolsillo, en quiénes serían las personas invitadas a tal evento, en si era consciente del momento actual que vivimos, en la realidad y en su realidad, en las dificultades a las que hacían frente día a día juntos y a las que tendría que hacer frente él solo cuando su padre no estuviera; en su micromundo.

Dicen que hay detalles que llegan al alma, instantes que tocan el corazón y momentos para dar gracias a Dios ó a Alá ó a quien sea por lo que tenemos, momentos en los que paramos el mundo y nos preguntamos por qué nos preocupamos en excesivo por cosas que no merecen tanto la pena.
No suelo comprarle género a mi amiga ni busco favores de ese estilo, los que me conocen saben el por qué de mi opinión sobre los dulces...pero ese día antes de irme compré una tarta para llevarla de postre a la comida con mis padres y mi hermano, refugiándonos en nuestro micromundo y abriendo un pequeño parénteis a la realidad. Tal vez mañana sea ya tarde.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El rescate envenenado.

Los tiempos cambian pero el mundo sigue siendo gobernado por el capital desde hace años, el mismo que generó la crisis y aprovecha, día a día, para volverse más poderoso con la ayuda de la globalización y el desinterés, la indiferencia, la manipulación y la división de la clase trabajadora. La actual crisis mundial no es una suma de crisis que sufren cada uno de los países del mundo y que cada uno debe solucinar, sino que se ha globalizado en el sentido de que es la misma para todos, con el mismo causante y el mismo manipulador de la misma. Cada país en crisis anteriores, nacionales ó supranacionales, adoptaba las medidas que creía oportunas, curiosamente siempre parecidas a las de otros países (pagando los platos rotos la clase media) en el momento que lo considerase, sin que el vecino metiera las narices donde no le llaman. Ahora con la crisis actual todo cambia, se globaliza, se internacionaliza; y países con gobiernos de diferente color político dan consejos a otros como si fueran para sí mismos. El Sr. Obama desde EE.UU., la Sra. Merkel desde Alemania, son claros ejemplos de países que "aconsejaron" a España a adoptar medidas para luchar contra la crisis y dar "confianza a los mercados". Casualmente, todas las medidas tomadas por nuestro Gobierno "socialista" han sido para seguir asfixiando al trabajador (subida de impuestos locales y nacionales, bajada de sueldos a funcionarios, reforma laboral, ampliación de la edad jubilación y período de cómputo para la misma...) mientras se daba dinero público a bancos y cajas para calmar los mercados, todo sea por satisfacerlos... Una crisis es la excusa perfecta para que el capital se sacuda leyes proteccionistas de países, reforme mercados laborales en beneficio del mismo y tienda al liberalismo económico (que papá Estado no intervenga para nada en sus "negocios"). Podemos comprobarlo desde la crisis del año 1.993 mirando lo que ha ganado y perdido la clase media y el capital... No hay crisis nacionales, sino supranacionales dependientes de los mercados bursátiles, o sea, del capitalismo radicalizado a niveles desconocidos hasta ahora. ¿Pero qué y quién se esconde tras éstos famosos "mercados"? Las grandes empresas y bancos son las que "juegan" en el parquet a especular con el dinero de los demás para hacerse ricos ellos sin el menor riesgo, ya que una de las medidas que hemos visto en este tiempo de crisis es que privatizan los beneficios y socializan las pérdidas: se enriquecen ellos (bancos, grandes empresas, especuladores, lobbies...) mientras papá Estado acude al rescate con el dinero de los ciudadanos cuando las cosas se ponen feas. ¿Qué ocurre cuándo un país no entra en el juego? Entonces se empieza a especular sobre su solidez financiera y económica, se duda de su capacidad para pagar su deuda exterior, y lobbies, empresarios, banqueros y demás interesados hambrientos como lobos acorralando a un jabalí herido se dedican a "aconsejar" que adopte las medidas necesarias para afrontar la situación (reformas laborales, económicas y financieras en beneficio del capital, como antes he descrito). De no ser así, entonces se acude "en su rescate" como defensores de la patria amiga para que no naufrague en aguas tormentosas de la crisis y vuelva a ser capaz de salir de la crisis (o sea, ser interesante para el parquet). Pero ésta ayuda, como todo en la vida, tiene un precio: Irlanda deberá pagar un interés del 5,8% por haber sido "rescatada" con dinero de la U.E. Se habló de Grecia y España como siguientes candidatas, ahora se habla de Portugal como posible objetivo, curiosamente tras oponerse el Parlamento luso a adoptar medidas reformistas que siguen la dirección del resto de sus socios. Vivimos unos años duros y más importantes de lo que creemos y, de no empezar a plantar cara a éste devenir, dentro de poco no habrá clase media que separe ricos y pobres. ¿Hacia qué nivel cree Ud. que irá el trabajador? Echemos un vistazo a los trabajadores de China y la India, por ejemplo, para ir haciéndose uno a la idea.

sábado, 29 de enero de 2011

De nuevo traicionados.

Oscuro y negro porvenir se nos avecina a la clase trabajadora de este país tras el acuerdo para la reforma de las pensiones.
Los sindicatos "pactan" con el Gobierno socialista del señor Zapatero, se ponen a su merced y hunden aún más el falso estado del bienestar que desde hace años hemos ido perdiendo.
El resto de grupos parlamentarios no levantan su voz en contra, cosa que no me sorprende, mismos perros con distintos collares, mismas marionetas manejadas por el mismo actor, el capital.
Aprovechando la crisis actual, se están aplicando toda clase de medidas contra la clase media trabajadora: reforma laboral, subidas de impuestos, bajada de sueldos a funcionarios, reformas de la D.G.T. para recaudar más dinero, inmigrantes que siguen estando y entrando en este país aún teniendo españoles en el paro...

¿Qué supone está reforma de las pensiones?

Las medidas acordadas serán progresivas, desde el 2013 hasta el 2027.

Se amplían los años necesarios para tener acceso a una pensión, se necesitará haber trabajado 38,5 años para jubilarse a los 65 años con el 100% (calculen ustedes desde qué edad ya debe estar trabajando una persona y no caer en el paro nunca...) ó a los 67 años con 37 años cotizados.

Se calcula el importe de la cuantía cogiendo los últimos 25 años de vida laboral, frente a los 15 actuales, con idea de alcanzar en un futuro no lejano toda la vida laboral, lo que supone que la paga sea aún más ridícula. La pensión media caerá un 30%.

Desde el gobierno se dice que nos cuesta al Estado un 8,9% del P.I.B., cuando las pensiones son pagadas mes a mes por los trabajadores mediante sus cotizaciones.
Siempre la Seguridad Social ha tenido superávit, incluso en años de crisis como el actual.

La jubilación anticipada será a los 63 años, frente a los 61 que era lo acordado en la anterior normativa.

Se nos alarmó hace años cuando el señor Jose María Aznar abrió las puertas de la inmigración en favor de asegurar las pensiones dado que no había tantos trabajadores que cubrieran los gastos de los pensionistas. Se ha visto que era mentira, otra estrategia del capital para introducir mano de obra barata en el país y contentar a la patronal.
Apuntar que había más de 2 millones de españoles en el paro cuando se llevó a cabo.

En Francia se ha ampliado de 60 a 62 años la edad de jubilación, un país similar demográficamente al nuestro, pero que curiosamente no tiene los mismos problemas de envejecimiento de la población vista la reforma.

¿Cuándo tendrán que trabajar como un trabajador y cotizar lo mismo los mandamases que nos gobiernan (todos los que están en el Parlamento)? ¿Por qué casi sin "trabajar" durante 7 años tienen el 100% de la pensión? ¿Por qué no sacan la economía sumergida de este país a flote para hacer que se cotizara más de lo que se hace hasta ahora? ¿Cuándo va a meterse en el mercado laboral un joven si se alarga la vida laboral de los trabajadores? ¿Qué calidad de trabajo dará trabajador tan mayor si vemos que cada día hay menos calidad de vida por enfermedades profesionales y no profesionales, alimentación, contaminación? ¿Por qué no se gestiona mejor lo que ya tenemos, robando menos los politicuchos, gestionando mejor los servicios sin tirar el dinero público, haciendo que el que más tiene más tenga que pagar?
Son medidas que chocan unas con otras pero que no interesa tocar.

¿Quién sale ganando de esta reforma?
- El trabajador desde luego que no, cuando vemos que ha de trabajar más años y recibirá una pensión menor.
- La patronal encantada, y más si dentro de ella están bancos, cajas y empresas aseguradoras que ven que el trabajador tendrá que contratar fondos/planes de pensiones para compensar la escasa paga.
- El Estado encantado, asume menos gastos y deberes con los trabajadores, y a la hora de recuperar estos fondos/planes de pensiones recibe dinero al declararlos en el I.R.P.F.

Negocio redondo para todos menos para el de siempre.