lunes, 5 de marzo de 2012

Alienación de conciencia.

No encuentro mi espacio en ésta sociedad actual en la que parecemos movernos hacia atrás impulsados por las decisiones de unos pocos que aprovechan la desinformación de la gente, el pasotismo, el miedo y la resignación.

La escala de valores se pervierte y se transforma, los oficios no se reconocen como se hacía antaño y el poder tiende a aumentar el reconocimiento de "profesionales" que actúan como dormidera en la conciencia humana. Así pues, actores, deportistas y artistas de todo tipo incluída la calaña de prensa rosa entre otros, distraen a la plebe sirviendo de cortina de humo ante la verdadera realidad y ante aspectos mucho más importantes de la vida. Curioso analizar como todos éstos bufones millonarios son los que acaparan el interés de los medios de manipulación masiva (prensa, radio y tv más importantes) frente a personas que con su trabajo y dedicación (investigadores, médicos, ingenieros...) tratan de hacer nuestra vida, la mundana y terrenal, más cómoda.

El político que se deja corromper por la erótica del poder; el periodista que no narra lo que ve, sino lo que debe contar por interés; el médico que receta medicamentos para conseguir regalos; el policía que reprime al trabajador por defender sus derechos (e incluso a veces también los de su agresor); el juez que no dicta justicia; el ladrón de poca monta que entra y sale de la cárcel una y otra vez; el ladrón profesional que roba millones y no acaba en ella; la empresa que pierde la ética profesional y cuenta el "vale todo" con tal de cuadrar los resultados; el sentido patriota en lo deportivo y no en lo laboral ni social; el hijo que golpea y maltrata a sus padres; los padres que abandonan en residencias a los suyos porque son un estorbo; el anciano que muere en casa como un perro en soledad; perros que remueven más la conciencia de la gente que la condición humana; residencias que tratan a los mayores sin dignidad; presos que viven en cárceles como en hoteles; ejemplos de una sociedad enferma.

"El trabajador vivía por encima de sus posibilidades", "se debe revisar el estado del bienestar", "el trabajador debe asumir que no se puede trabajar en la misma empresa tantos años y que el sistema exige movilidad geográfica"; frases usadas recientemente por los dueños del mundo en el actual periodo de crisis, "The new world order" (el nuevo orden mundial, o neoliberalismo), para justificar el declive de la clase media y su pronta desaparición. Lo triste es observar como hay gente que se lo cree y lo da por bueno.

Algunos llaman progresismo al hecho de avanzar la sociedad, yo lo llamo decadencia cuando avanza liderada por la hipocresía, la estupidez y la sin razón hacia lo absurdo. Lo que antes era bueno y normal se convierte ahora en malo y arcaico, tachado de conservador con la idea de caracterizarlo como algo retrógrado y anticuado.
En éste país llamado España poco a poco podemos ver cómo nos comportamos como energúmenos dando un puñetazo en la mesa con temas irrelevantes mientras miramos hacia otro lado en lo que nos afecta directamente; somos capaces de enfrentarnos a la policía si un equipo de fútbol no gana un título pero nos quedamos en casa si hay que defender lo nuestro (cada vez nos parecemos más a países como Argentina ó Brasil, donde el plato no se llena de comida sin importarnos lo más mínimo, pero nos basta el corazón para que nos lo hinchen de emociones). Sin embargo éste forofismo del deporte lo vemos reflejado en la política al observar cómo personas afines a un partido pólítico siguen confiando en él aún cuando el mismo actúa en perjuicio del mismo.
En la concentración por la repulsa contra la sentencia condenatoria en el caso Marta del Castillo
(a fecha de hoy sin aparecer el cuerpo y sólamente un implicado) en Zaragoza se dieron cita en enero de éste año cerca de 500 personas, quedando reducido el número a poco más de 50 una hora más tarde. Sin embargo, en la misma ciudad se produjo el mismo mes una concentración contra la gestión del propietario del club de fútbol del Real Zaragoza a la que acudieron unas 10.000 personas.

No podemos avanzar si cada uno tira de un lado, si la empresa deja de lado la ética profesional y mira sólo por sí misma pisando al trabajador, si el político es un charlatán que se vende al mejor postor, si la democracia no significa gobernar para la mayoría sino para una minoría, si los partidos no ganan elecciones sino que las pierde el que estaba en el poder, si los sindicatos no muerden la mano del que les da de comer, si la cultura del esfuerzo no se aplica en las escuelas, si no hay sentimiento de nación donde se ve como algo normal lo nacionalista frente a aquello que defiende la unidad tildándolo de fascista, si el delincuente tiene cada día más derechos que la persona de bien, si seguimos siendo un pueblo donde prima el cotilleo de la tele basura, si el hijo denuncia a sus padres por sus reprimendas, si para beneficiar a colectivos perjudicas a otros, si dejamos de lado y en el olvido a nuestros mayores, si cada día perdemos derechos y no hacemos nada por defenderlos, si nos importa solamente lo que ocurre de nuestra puerta para dentro.

Algo funciona mal cuando al hacer una encuesta a la población sobre el personaje más influyente del mundo aparece en primer lugar el nombre de Homer Simpson. El cambio empieza por uno mismo aunque uno piense que es muy pequeño, pero el "efecto mariposa" tiene un gran poder.

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