lunes, 15 de diciembre de 2008

Nuestra afamada Inseguridad Social

Siempre se representó la Justicia como una figura femenina con una espada en una mano y una balanza en la otra, con los ojos vendados y, nunca mejor dicho, tapados para no poder ver las injusticias que se cometen y se han cometido a lo largo de la historia (y seguirán cometiéndose...).

El señor Francisco tiene 58 años, padre de familia con dos hijos ya independizados desde hace poco tiempo (es lo que nos toca a los jóvenes hoy en día). Lleva trabajando desde los 18 años para con la Seguridad Social, aunque desde bien pequeño le tocó trabajar de pastor en su pueblo, aquel que le vio nacer, y ayudando en todas las tareas del campo a sus padres.
Don Francisco (así le llamaré desde ahora) es todo un señor de los pocos que quedan, trabajador incansable que ha llegado a conocer jornadas de hasta 12 horas, humilde y responsable, buen padre de familia, cuyas arrugas de expresión en su cara nos presentan a esa persona que se ha curtido a sí misma, inteligente y calculador, sólo ha buscado ser una persona normal trabajadora para sacar su familia adelante.

Hace poco tiempo me contaba que tuvo que operarse de la rodilla, la segunda, porque ya pasó por quirófano con la otra, otra vez de el famoso menisco que pasa factura ahora de aquellos tiempos en los que jugaba a fútbol con amigos.
Cogió la baja y la operación salió bien; me contaba cómo dormido de cintura para abajo veía en la mesa de operaciones a través del monitor cómo transcurría el hecho con todo lujo de detalles.
La rehabilitación fue dura, la rodilla es delicada y suele ser dolorosa.

Pero algo no funcionaba bien, la movilidad se iba recuperando pero el dolor aún punzaba la articulación y la preocupación de Don Francisco, como queriendo alertar de que algo no funcionaba bien, hasta tal punto que acabó la rehabilitación y el malestar seguía.
"No se va a recuperar del todo, la artrosis y la edad no ayudan", fueron las palabras del médico que finiquitaba así las esperanzas de recuperación.
Con resignación, uno debe aceptarlo y ver la realidad desde otro prisma.

Una persona, cuando coge la baja médica, entra en fase de IT (Incapacidad Temporal) hasta que coge el alta médica ó le da la IP (Incapacidad Permanente) el Tribunal Médico por no poder trabajar.
Al agotar la IT, tras informes médicos y placas de RX (Rayos X) favorables a Don Francisco para acogerse a la IP que lo corroboran, el Tribunal Médico debe reunirse para valorarlo todo.
Da la casualidad de que le pidieron por carta, al agotar la IT, datos de él y de su esposa para gestionar la posible IP y, a los pocos días, recibe otra carta del Tribunal Médico denegándole la IP, pero ambas con la misma fecha.
O sea, el mismo día que te redactan una carta pidiéndote tus datos e informes médicos para valorar si te lo conceden o no, redactan otra (minutos después, quiero imaginar...) en la que te lo deniegan.
Esta es la política de actuación, denegar sin mirar ni hacer caso a los informes, da igual lo que pongan, el NO es el sello que el funcionario de turno imprime a todas las peticiones. Si no estás conforme tienes 30 días para recurrir, aunque el abogado de Don Francisco ya le informó: "ni se leyeron los informes, ni se leerán el recurso, esto va para largo hasta ir a juicio".

Por lo tanto y por lo pronto, al día después a recibir la carta tuvo que reincorporarse en la empresa, pero al día siguiente no pudo levantarse para trabajar, los dolores se habían intensificado, evidentemente, si no te has recuperado lo normal es que vayas a peor, por lo que fue al médico.
No podía ir a la Mutua, es enfermedad común, así que la médica de cabecera, una señora muy "amable" le dijo que por lo mismo no le podía dar la baja. Sí, señores, lo han oído bien, una vez acabada la IT, no puedes coger la baja por lo mismo, la culpa es del trabajador que no se ha curado...
Así que el trabajador tiene que buscar algo relacionado con su enfermedad para cogerla ó ir a trabajar con dolores como mulas hasta reventarse. Coge IT, luego alta, luego IT...porque si el médico dice que no te vas a recuperar, o viajas a Lurdes y vuelves nuevo, o la cosa no tiene vuelta de hoja.
Así hasta ir a juicio, todo a cargo del trabajador, claro, y sabiendo como saben ya los abogados que depende qué Juez toca, hay que llevarle unos informes de unos médicos, y depende cual, otros de otros. Muy bien, un informe tiene validez para el Juez si lo emite el Dr. Pérez pero no le sirve si es el Dr. Gómez....ponga lo que ponga, debe ser que le tiene más cariño a uno que a otro....

Todo ello con el beneplácito del empresario, que ahora puede despedirte estando de baja sin el antiguo preaviso de 15 días. Ah, ¿que no se habían enterado? Yo hace poco, la verdad, y no porque me lo hubieran dicho los sindicatos, sino por el caso de un amigo que lo sufrió en sus propias carnes, están más preocupados en mirar si se ponen azúcar o sacarina en el café mientras pasan las hojas del periódico...

Somos la octava potencia mundial según el Gobierno, dentro de las Repúblicas Bananeras será, porque en Justicia y en Seguridad Social dejamos mucho que desear...
¿Hay derecho a que una persona honrada que lleva toda la vida trabajando le hagan esto? ¿Es normal que policías, bomberos, militares y políticos puedan jubilarse mucho antes? El caso de los políticos es para tirarse de los pelos, ya que por el simple echo de "trabajar" 4 años de una legislatura tengan pensión para toda la vida....

Uno cierra el puño con rabia y respira profundamente, no hay que perder los nervios...
Hace unos días vi la película de "300", basada en la batalla hace mucho tiempo de 300 espartanos que salieron a hacerle frente al ejército persa de Jerjes en el Paso de las Termópilas. Hay una escena donde el Rey espartano Leónidas tira por el hueco de lo que parece ser un pozo sin fondo al emisario persa que llega para comunicarles la inminente invasión y les plantea la rendición.
No me pregunten quién empezaría yo a tirar uno a uno...igual me quedaba solo....

Lo preocupante no es que ésto le pase a Don Francisco, sino que es lo que está pasando ahora, a todos los trabajadores que llegan destrozados a sus últimos años de vida laboral ó sufren algún accidente que los incapacita.
Y aún así demos gracias al Señor, porque éste mismo abogado, de contrastada experiencia en el campo laboral, con un caso parecido al que me refiero, en uno de sus juicios para conseguir la IP de un cliente, le llevó un día al Juez el acta de defunción del mismo, causada por la enfermedad que "no le impedía trabajar" según él.
Tal vez en un intento de concienciarlo para futuros pleitos.